ARQUITECTURA

ARQUITECTURA

Mezquita de Solimán el Magnífico .La mezquita de Solimán el Magnífico en Estambul fue construida en 1550. Sinan, el arquitecto, se basó en las iglesias bizantinas y, en particular, en Santa Sofía. La cúpula central está rodeada por semicúpulas. Los cuatro estrechos minaretes con balcones son característicos del estilo arquitectónico de las últimas mezquitas islámicas.

El escaso ritual del culto islámico dio lugar a dos tipologías de carácter religioso: la mezquita (masjid), recinto donde la comunidad se reúne para orar, y la madrasa o escuela coránica. Dentro de la arquitectura civil destacan los palacios, los caravasares y las ciudades, en las que se consiguió un planeamiento racionalizado de acuerdo con las canalizaciones de agua y la protección frente al calor. Otro edificio importante en el islam es el mausoleo, enterramiento de un gobernante y símbolo de su poder terrenal. Todos estos edificios religiosos y seculares tienen numerosos elementos estructurales y decorativos en común.

- Mezquitas

Partes de una mezquita

El muro de la quibla indica la dirección hacia la que los musulmanes deben dirigir su oración, la ciudad santa de La Meca. Para diferenciarla del resto de las paredes del templo se abre en ella un pequeño ábside o nicho llamado mihrab, similar al altar cristiano pero sin su contenido simbólico. El resto de las sala de oración es un espacio techado indiferenciado, dividido en ocasiones por series de arquerías sobre columnas, paralelas o transversales al muro de la quibla. Esta disposición, heredada de las basílicas paleocristianas y transformada por el culto musulmán en la tipología conocida como mezquita hipóstila, evita las articulaciones espaciales jerarquizadas, características de sus antecesoras cristianas. Otra de las novedades de estas salas hipóstilas es su capacidad para crecer indefinidamente, como en el caso de la mezquita de Córdoba (España, siglos VIII-X), ampliada en numerosas ocasiones debido al aumento de la población.

- Patio

Mausoleo de Solimán I. El patio exterior de la mezquita de Solimán alberga el mausoleo de Solimán I el Magnífico. De planta octogonal, en su interior reposan los restos del sultán Solimán I y otros miembros de su extensa familia. El cuerpo de aquél fue embalsamado y enterrado aquí en 1566, después de que falleciera durante el asedio de una ciudad húngara. A su lado se encuentra la tumba de su esposa Roxelana, conocida también bajo el nombre de Haseki Hürrem. Solimán sorprendió a la corte otomana al tomar por esposa a su primera concubina, dado que los sultanes no solían desposarse con ellas. El matrimonio de Haseki Hürrem con Solimán aumentó la influencia de las mujeres en los asuntos de Estado. La proximidad de su tumba a la del sultán es un signo del máximo honor.

Las mezquitas, sin embargo, mantuvieron la concepción primitiva del rezo al aire libre, en un patio rodeado de soportales que proporcionaban sombra a los fieles. Por ello la sala de oración permaneció como un espacio abierto al patio o sahn, que siguió siendo un elemento importante del conjunto, a menudo con igual o mayor superficie que la zona cubierta. En algunos casos —como en las mezquitas de Córdoba o Sevilla (España)— el sahn imitaba la configuración interior por medio de filas de naranjos alineados y a la misma distancia que las columnas de la sala adyacente. Además, en el patio solían aparecer dos elementos característicos: la fuente para las abluciones (sabial) y la torre para llamar a la oración, el alminar o minarete.
- Minarete

Alminar de la gran mezquita de Sāmarrā .La gran mezquita de Sāmarrā, levantada el año 847 d.C. en el actual Irak, era el mayor templo erigido en aquella época. En la actualidad sólo se conserva intacto el monumental alminar cónico desde el cual el muecín llamaba a la oración.

En los primeros tiempos no existía el alminar, de modo que los fieles se reunían para orar sin necesidad de una llamada previa. Sin embargo, debido al aumento de la congregación, se acabó instituyendo la llamada de un muecín, a viva voz, desde la cubierta más alta del edificio. La Gran Mezquita Omeya de Damasco (705-715) es el primer ejemplo que presenta una torre o minarete, situada en una de las esquinas del patio, para realizar esta función.

- Cúpula

Cúpula de la Roca, Jerusalén .La mezquita o cúpula de la Roca, la estructura islámica más antigua de las que se conservan, fue construida por el califa Abd al-Malik a finales del siglo VII. Se levanta sobre la roca sagrada de Jerusalén, desde donde el profeta Mahoma ascendió al cielo. La planta octogonal de la mezquita encierra un espacio central rematado por una cúpula. Los muros exteriores están cubiertos con ricas decoraciones de mosaicos.

Las cúpulas, un elemento importante de la arquitectura islámica, proceden de la arquitectura Sasánida y de las tradiciones paleocristianas. La primera mezquita monumental se conoce con el nombre de cúpula de la Roca (Jerusalén, finales del siglo VII), un espacio centralizado de planta octogonal rodeado por dos deambulatorios y cubierto por una gran cúpula. Su composición deriva de la arquitectura romana, probablemente de la mezquita del Santo Sepulcro (siglo IV) en Jerusalén. La mezquita de la Roca está decorada con mosaicos coloristas, tanto en su interior como en el exterior y alberga la piedra desde la que, según la tradición musulmana, Mahoma ascendió al cielo.
El mausoleo, construido a principios del siglo X, para el gobernador de Bujoro, en Asia Central, es otro ejemplo de gran relevancia arquitectónica. Este edificio cuadrado de ladrillo posee una cúpula sobre trompas (pequeños arcos que hacen de puente en los ángulos del cuadrado para facilitar la transición hacia el espacio circular de la cubierta), derivadas del Irán Sasánida en lugar de las tradicionales pechinas (secciones esféricas triangulares) propias de la arquitectura bizantina.
Bajo los otomanos las mezquitas se construyen siguiendo la tradición bizantina. De este modo, la magnífica mezquita de Selimiya (1569-1574) en Edirne (Turquía), obra del arquitecto turco Sinan, posee una colosal cúpula precedida por un patio porticado, donde se multiplican las pequeñas cúpulas y semicúpulas. La composición es similar a la de la basílica de Santa Sofía en Constantinopla (actual Estambul, Turquía), el ejemplo más significativo de la arquitectura bizantina, que luego fue convertida en mezquita. Esta forma —que Sinan también empleó en la mezquita de Solimán— influyó en el diseño de otras mezquitas de Oriente Próximo y la India.


- Iwan


En las mezquitas Abasíes de Irak, aunque se mantiene la tipología hipóstila siria, se va imponiendo el modelo formado por un patio central al que comunican los diversos iwanes o salas abovedadas que se abren a través de grandes arcos. Esta disposición tiene su origen en la arquitectura del Irán Sasánida.

- Arco apuntado

Aunque el arco de herradura está estrechamente ligado a la arquitectura islámica, su origen se remonta al Imperio romano. Los visigodos de la península Ibérica lo emplean en numerosas ocasiones, y sus invasores Omeyas lo adaptaron finalmente para las construcciones musulmanas. Otro de los arcos empleados por los arquitectos islámicos fue el apuntado, de origen sirio-romano y también recogido por la dinastía Omeya, aunque más tarde se difundió por el califato de Bagdad. Desde allí se transmitió hacia África, y los pueblos bereberes del Atlas lo exportaron hacia sus territorios españoles, donde se conservó entre los artífices mudéjares que, a su vez, extendieron su empleo por Latinoamérica.

- Mimbar y maqsura

El mimbar o púlpito se utilizó por primera vez en la mezquita de Medina. Al principio se empleaba como estrado, pero pronto se convirtió en un verdadero púlpito para la predicación del imán. Otro de los elementos característicos de las mezquitas es la maqsura, un espacio acotado por arquerías situado delante del mihrab y decorado con mayor riqueza. Es un ámbito destinado a los gobernantes de la comunidad con el fin de protegerles de sus enemigos, especialmente después de que varios de los primeros califas fueran asesinados por la espalda durante la oración.

Madrasas

Patio de la mezquita de Isfahan .La Masjid-i-Shah, de Isfahan, es una madrasa (escuela para estudiantes del islam) que incorpora también una mezquita. Fue construida entre 1612 y 1637. La impresionante cúpula es uno de los ejemplos de azulejería más delicados del mundo.

Bajo los Abasíes se introdujo en Irán una nueva tipología de edificio religioso, la madrasa o seminario religioso. Su forma, basada en la arquitectura Sasánida, dio lugar a un nuevo tipo de mezquita que se difundió rápidamente por numerosos países. La madrasa y la mezquita-madrasa están configuradas por iwanes, es decir, salas emplazadas en los ejes de un rectángulo que se abren con grandes arcos a un patio central. Las madrasas suelen disponer de habitaciones en torno al patio dedicadas al estudio o a los dormitorios de los estudiantes. En algunos edificios del último periodo, el patio está cubierto por una gran cúpula. A partir del siglo XI fueron elegidos por califas y emires para construir sus mausoleos. La mezquita del Viernes (donde se congrega el mayor número de fieles de una ciudad) de Ispahan (siglo XI, Irán), es el primer ejemplo de mezquita-madrasa. En este edificio, como en muchas tumbas del mismo periodo, aparece la decoración a base de mocárabes, especie de estalactitas o formas prismáticas que penden de las bóvedas o arcos. Entre los ejemplos tardíos de mezquita madrasa destacan, también en Ispahan, la Masjid-i-Sha, en la que el iwan principal está coronado por una elevada cúpula apuntada y la Lutfullah, con otra cúpula recubierta con espléndidos azulejos.

Arquitectura civil

Durante la época de los Omeyas y primeros Abasíes, los príncipes de las familias construyeron varios palacios en el desierto de Siria e Irak. Algunos de ellos estaban rodeados por terrenos de caza —como los de los últimos reyes Sasánidas— y otros disponían de baños abovedados derivados de la arquitectura tardorromana, que también se aprecia en su empleo como villas o explotaciones agrícolas. Por ello, estos palacios supusieron una síntesis entre las tradiciones orientales y occidentales, característica del primer arte islámico. Al mismo tiempo demostraban una cierta libertad frente a las recomendaciones contra el arte figurativo, que no llegaban a alcanzar connotaciones prohibitivas en el Corán pero sí en los hadit (tradiciones orales) del siglo IX. Los palacios Omeyas estaban decorados con mosaicos, pinturas murales y estucos, representando animales, escenas cortesanas o al propio califa. Esta decoración deriva en gran medida de la tradición Sasánida.
En el periodo medio, el mundo islámico produjo los mejores frutos de su civilización urbana. Con la invasión de los mongoles, no obstante, muchas ciudades fueron destruidas o reducidas a pueblos, y se perdieron los ingeniosos sistemas hidráulicos que las permitían existir.
Bajo los Abasíes se fundó en medio del desierto, cerca de Bagdad, una ciudad administrativa llamada Sāmarrā, que no llegó a terminarse. Sāmarrā ocupaba una extensión de 175 hectáreas rodeada por una enorme muralla, contaba con jardines, palacios, edificios administrativos, una mezquita, baños y cuarteles. Los edificios residenciales estaban decorados con pinturas figurativas, pero los motivos ornamentales más delicados están tallados en estuco, siguiendo esquemas geométricos de origen turco. Todas estas ciudades de nueva planta, como Sāmarrā, El-Fustat (cerca de El Cairo y conocida por excavaciones) o Medinat al-Zahara, cuentan con importantes infraestructuras como acueductos y redes de alcantarillado.
Otro de estos palacios-ciudades del mundo islámico fue la ya citada Medinat al-Zahara en las cercanías de Córdoba (España), edificada por el primer califa cordobés Abd-al-Rahman III —de la dinastía Omeya huida desde Siria hasta al-Andalus— y destruida por las tribus bereberes en el siglo XI.
La tradición islámica de los palacios-ciudades se mantuvo en el norte de África, en Estambul, donde los turcos otomanos comenzaron en 1459 la construcción del palacio Topkapi, y en el reino Nazarí de Granada (España), con el magistral palacio de la Alhambra. El conjunto de la Alhambra está formado por un fortaleza o alcazaba y por el palacio real. A su vez, el núcleo principal del palacio está constituido por una zona oficial en torno al patio de Comares y otra residencial abierta al patio de los Leones. En el centro de este último aparece una fuente sobre figuras de leones con surtidores en sus bocas. El mismo tema del león se repite en la escultura de bronce de pequeño formato y en numerosos recipientes cerámicos (véase más abajo Artes decorativas).
En Irán los últimos grandes constructores fueron los Safawíes, cuya contribución a la arquitectura civil incluye puentes, campos de polo y palacios con miradores de madera. En el palacio de Abbas I se construyó una galería de arte para albergar su colección de porcelanas chinas.
Los caravasares fueron una contribución Selyúcida. Son lugares de descanso para los viajeros de las rutas de caravanas y cuentan con una sala de columnas o apadana y un patio para los animales. Otros edificios destacados de la arquitectura civil islámica fueron los baños públicos, bazares, jardines y ribats o guarniciones fronterizas, como los que se conservan en Túnez.

Tumbas y mausoleos

Taj Mahal, Āgra .El Taj Mahal, el ejemplo más famoso de la arquitectura de los mogoles, se hizo como mausoleo para la esposa de Sha Jahan tras su muerte en 1631. Fue construido en mármol blanco con piedras preciosas incrustadas. En cada uno de sus ángulos destaca un minarete, y sus muros externos están adornados con diferentes pasajes del Corán. El Emperador y su esposa están enterrados en un panteón bajo el edificio.

Las tumbas y los mausoleos, levantados como símbolos del poder de los gobernantes fallecidos, se convirtieron en los monumentos más importantes del islam después de las mezquitas y los palacios. Entre los ejemplos más destacados se halla la necrópolis de las afueras de El Cairo, que presenta tumbas cupuladas construidas por los mamelucos en el siglo XV. La necrópolis Sah-i-Zindeh (siglos XV y XVI) erigida por los Timuríes en Samarcanda, es un impresionante grupo de edificios de ladrillo cubiertos con esbeltas cúpulas sobre tambores, como la tumba de Tamerlán. En Irán, bajo la dominación mongola, se desarrolló un tipo característico de enterramiento cuyo ejemplo más brillante es el gran mausoleo de Sultaniyah (siglo XIV), cuya cúpula se eleva aún más por la inclusión de un tambor octogonal. En relación a este tipo, la obra más representativa del periodo mogol en la India es el famoso Taj Mahal, en Āgra, un mausoleo construido en el siglo XVII por arquitectos iraníes.
Decoración arquitectonica

El estuco, el ladrillo y el azulejo se usaron como elementos decorativos en los edificios islámicos. Los Selyúcidas añadieron la cerámica vidriada (véase más abajo Cerámica). La superficie de los mihrabs, con sus bandas de inscripciones coránicas, se realizaron en estuco tallado o barro vidriado. Los paneles murales se adornaron con motivos decorativos de lacería geométrica sobre azulejos. En la arquitectura de los Timuríes y en la Córdoba califal, los mihrabs se recubrieron con teselas de mosaico de colores brillantes. Los turcos fueron destacados productores de cerámica. En el Irán Safawí, la mayor parte de los edificios públicos se decoraron con azulejos. La gama cromática incluyó el dorado y el verde, que se aplicaban mezclados en vez de por separado, como se hacía anteriormente.
Las celosías de madera tallada, en ocasiones con incrustaciones de marfil, también proporcionaron un soporte para la decoración arquitectónica en el mundo islámico. Se emplearon en macsuras, mimbares, ventanas, pantallas y puertas. Los relieves de piedra y de mármol se encuentran en lugares tan distantes como Turquía, Egipto y España.

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